08.07.2025

La Infraestructura Vial, abandonada por Milei

Argentina competitiva y soberana

Informe Equipo Técnico del IAG

Infraestructura Vial: Milei destruyó cuatro años de inversiones



La desinversión del gobierno de Javier Milei en materia de infraestructura vial destruyó el trabajo realizado en años anteriores, y el monto para recuperar las rutas va a ser superior al costo que hubiera generado un mantenimiento planificado y normal.

Según información difundida por la Dirección Nacional de Vialidad, en 2024 el porcentaje de rutas en mal estado llegó al 29%, cuando en la medición anterior, de 2022, era de 23%.  La proporción de las que se encuentran en estado regular aumentaron de 22,1% a 23,5%. Mientras tanto, el porcentaje de rutas en buen estado en el mismo periodo cayó del 54,9% al 47,5%. 

Esto coincide con un freno casi total a la inversión pública en rutas. Los gastos de capital cayeron, en promedio, un 82% en términos reales y en 2025 el gasto de capital sigue sin recuperarse: entre enero y mayo de 2025 se devengó un 75% menos en la red vial que en el mismo período de 2023 (variación interanual acumulada en términos reales, con la misma fuente).  La desinversión tuvo un impacto inmediato y medible en las rutas. 

Destinar recursos al mantenimiento evita mayores gastos en recuperación en el futuro próximo: de acuerdo a estimaciones de la Camara Argentina de la Construcción (CAMARCO) el costo de mantenimiento anual del sistema de rutas de la Argentina (rutas nacionales y provinciales) es de $4.213 millones de dólares y el costo de recuperación de la infraestructura actual (en caso de no ser cuidada) llega a los $40.773 millones de dólares (datos de CAMARCO). El costo de recuperación, por su parte, específicamente de las rutas nacionales llega a USD 23.240 millones.

De esta manera, por cada peso que el mantenimiento planificado y habitual que el Estado invierte en las rutas de la Argentina, la inversión debe multiplicarse por 10 cuando no se realiza el mantenimiento adecuado, tal como es la decisión de la administración de Javier Milei.

La infraestructura se destruye y deteriora muy rápido cuando no se invierte y el mantenimiento y construcción llevan tiempo y dinero. En materia de rutas, lo barato sale caro en seguridad vial e impuestos de los contribuyentes.